jueves, 13 de julio de 2017

Ningún recurso económico que entra al Puerto de Altura de Progreso regresa en beneficio de ese municipio

Por la zona portuaria transitan camiones de hasta 50 toneladas, pero la ley no permite que excedan las 10 toneladas, denuncia el alcalde Cortes Góngora. El gobierno estatal incumple acuerdos y no regresa recursos que podrían servir para modernizar tuberías de agua potable que aún son de asbesto.
Ciudad de México, 13 de julio de 2017 (Agencia ANA) .- Ningún recurso económico que entra al denominado Puerto de Altura de Progreso, Yucatán, regresa en beneficio de los 60 mil habitantes del municipio que lo aloja. Los cobros en dólares a turistas de los cruceros, así como la recaudación por todas las actividades que se desarrollan se canalizan a la Hacienda federal sin que retorne algún bien, afirmó el presidente municipal de Progreso, José Cortes Góngora, de filiación turquesa. Encima de esto, el ayuntamiento está obligado al pago de la luz eléctrica que consumen los servicios turístico y es responsable del mantenimiento, la limpieza y la vigilancia, mientras que la Administracion Portuaria Integral (API) Progreso se deslinda de esos gastos. José Cortes Góngora es el primer presidente municipal de alternancia, quien con la bandera de Nueva Alianza en 2015 obtuvo el triunfo en el municipio de Progreso luego de 84 años de gobiernos priistas. Al término de una reunión con el presidente del Comité Nacional turquesa, Luis Castro Obregón, el alcalde de Progreso dio a conocer que como producto de la actividad portuaria transitan por las calles del municipio camiones de hasta 50 toneladas de peso, cuando la ley es muy clara y especifica que no pueden circular camiones que excedan 10 toneladas de peso, lo que perjudica a las calles y peor aún, no se puede hacer nada porque son acuerdos que se hicieron en administraciones anteriores. Como ejemplo de una administración racional que toma en cuenta las necesidades locales, citó el caso de Puerto Cortés, Honduras, con un Puerto de Altura muy similar al de Progreso, en donde a diferencia del mexicano, de los recursos económicos que entran, el 4 por ciento de los recursos van directamente al Ayuntamiento. En cambio, contrastó, su ciudad, de Progreso, sólo se tiene el nombre, porque es un municipio pobre al que de la participación federal le corresponden 21 millones de pesos anuales, mientras que la del veino municipio de Chemax es de 73 millones de pesos anuales. Cortes Góngora participó en la elección de 2015 con los colores de Nueva Alianza porque veía las malas administraciones de los presidentes municipales anteriores y una vez que llegó a la Alcaldía, se encontró con “un puerto totalmente de cabeza, ni el Palacio Municipal estaba a nombre del municipio, al igual que otras 20 propiedades, como el Rastro, la Casa de la Cultura, parques y campos de béisbol. “No entiendo por qué no se regularizaron durante 84 años que estuvieron los del PRI en la administración, pero al día de hoy, ya se tienen regularizadas el 95 por ciento de las propiedades”. Asimismo, enfatizó que dejaron el municipio “en el buró de crédito” por deudas de presidentes municipales anteriores, como Enrique Magadán, María Esther Alonso y Daniel Sacarías. Este dejó un adeudo por 3 millones de pesos que la actual administración está a punto de liquidar y “hay otra deuda que dejaron con el Banco Interacciones y con Banobras, que se está pagando a través del descuento de las participaciones federales que le corresponden al municipio”. También habló del incumplimiento de un convenio mediante el cual el gobierno de Yucatán tendría que regresar al municipio el 50 por ciento de recaudación por infracciones de transporte. “En las oficinas del gobernador Rolando Zapata Bello se niegan a recibir la denuncia, por escrito, del incumplimiento del convenio”. Esos recursos, apuntó el edil turquesa, servirían para dar mantenimiento a espacios públicos, reparar calles y ciertos tramos de agua potable “porque tenemos una red muy antigua de más de 45 años, una tubería que todavía es de asbesto, material que incluso ya está prohibido por ser excesivamente contaminante”. Finalmente, Cortés Góngora expresó que si bien la administración no ha sido fácil pues Nueva Alianza, un partido joven, brega contra 84 años de municipalidades priistas, “los pobladores de Progreso que confiaron en mi, saben que no los vamos a abandonar, que vamos a seguir trabajando hasta el último día de mi gestión y que vamos a entregar buenas cuentas, cuentas claras y a cualquiera que quiera revisarlas, ahí están, abiertas para todos”.

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