miércoles, 14 de junio de 2017

Desconfianza ronda en procesos electorales

• Nadie le cree al otro, y lejos estamos de saber ganar o de aceptar perder. Lo peor, que no confiamos ni en la victoria, porque no confiamos en nosotros mismos, ni como personas.
Por Mario Ruiz Hernández VALLE DE MÉXICO., a 14 de junio del 2017.- Resulta un tanto complejo y ante el cúmulo de ilegalidades de todos en los procesos electorales, ahora muchos insisten de una segunda vuelta. Lo anterior, según para para fortalecer la democracia, además de que se lograría un frente que garantice respaldo legislativo y gobernabilidad política. No obstante a los costos económicos que representaría la iniciativa, cuando en nuestro sistema electoral, tenemos la elección extraordinaria, al acreditar un importante número de ilegalidades e incluso al empatar, en términos de votos partidos políticos y candidatos. Es cierto, podemos avanzar en nuestra democracia, sin embargo, la nuestra, justamente democracia, es de las de mayor desconfianza en indistintos procedimientos. De ello, basta decir de la credencial de elector, con más de ocho candados, para evitar “la clonación”, y aun así, siguen saliendo identificaciones INE hechizas. Por otra parte, podemos hablar de los padrones electorales manipulados; boletas que aparecen después de la jornada electoral, quemadas o tiradas en cierto lugar de rara manufactura. Igualmente, qué decir de nosotros mismos, en donde parecería ser que la desconfianza es un ingrediente cultural que viene de siempre, y peor en los procesos electorales. La verdad que no ha sido suficiente un INE, y cuando los Tribunales sentencian, y todavía se cuestiona la derrota. “Los que ganan es a la mala”, y los buenos andan manifestándose en las calles”. Lo peor, que no confiamos ni en la victoria, porque no confiamos en nosotros mismos, ni como personas. En el orden, a grado tal de desconfiar también en las instituciones. Bajo es lógica no hay argumentos, hay descalificaciones. Demostrar que el contendiente es peor que el otro. Francamente, las elecciones técnicamente han evolucionado, pero todos sin excepción compran voluntades (despensas, mochilas, pases para el cine, y otros apoyos). En verdad, todavía lejos estamos de saber ganar o de aceptar perder (buscamos la anulación a como sea de los comicios).Nadie le cree al otro y al declarar un ganador el conflicto se genera. Decir la neta en esto-todos se conocen, saben de sus mañas, nadie es un “Santo y/o un Alma de La caridad”, en donde resulta lo mismo “el pinto que el colorado”.

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